La siguiente poesía la ha escrito Chicho, o como yo lo he apodado ´Don Ciccio´, rememorando al viejo malo de ´El Padrino´ que muere asesinado por Don Corleone.
Pero este Don Ciccio es un capo mafia de la buena poesía, tiene un estilo que particularmente me gusta, es fresco y no escribe sobre muerte, mujeres y borracheras, es mil veces más profundo y alejandosé del campo de la poesía es bastante comprometido y por eso me cae bién en extremo.
Aunque su poesía no está aquí por que me cae bién, sino por una decisión unánime del jurado.
Los dejo disfrutando de tan buén texto:
Sören Kierkegaard (padre del
existencialismo) concibió
la superación personal
como resultado
de una serie de saltos
de conciencia
que él mismo denominó
"movimientos de espíritu"
cada uno
forjado por la propia
determinación
y la valentía individual
puede escalar distintos
estadíos morales y de conciencia
hasta llegar al último
al más perfecto de todos
que, según su concepción
posibilita la realización personal
buscando un poco de información
rememoré los tres estadíos
a los que se refería:
el estético, el ético
y el religioso
(se entiende que esta última noción
puede ser interpretada
más allá del teismo)
poco me quedó, es cierto
de su lectura -la cual data
de no menos de cinco años-
pero como casi siempre sucede
con lo que uno lee detenidamente
se suelen generar
sedimentos en algún lugar
de la conciencia
y en los momentos más inesperados
por una pequeña o trivial
situación
estos emergen a la luz
con una inesperada vigencia
hace un tiempo
le entregaron a mi padre
unos análisis de sangre
que revelaron que se encuentra
muy cerca de sufrir diabetes
dada esta situación
la primera disposición fue
abandonar el consumo familiar
de gaseosas
y en lo posible
todo tipo de alimentos
o postres con azúcar
pasados los días
digamos, dos meses
la toma de medidas preventorias
se redujeron a ser
casi exclusividad del afectado
lo que hoy sucedió
fue la razón por la cual
estoy escribiendo esto
y el motivo del que hayan venido
a mi mente
las curiosas nociones del danés
era la hora de la merienda
después de haber ayudado
en unos trabajos de revoque
que se realizaron en la terraza
mi hermano vino a la parte
delantera de la casa
-donde tenemos un kiosco-
con el fin de buscar algo
para acompañar la leche
allí yo me encontraba atendiendo
lo primero que eligió
fue un alfajor de chocolate
con relleno de almendras
exactamente lo mismo
que yo habría elegido
en su situación
eso estaba pensando
(fue todo cosa de segundos)
cuando lo ví girar
dejar la tortita en su lugar
y agarrar un paquete
de biscochos agridulces:
su razonamiento fue
si se abre algo del kiosco
-lo que evidentemente
significa pérdida de dinero-
que sea al menos
algo que se pueda compartir
conmovido por esto
seguí observando
pero lo verdaderamente decisivo
ocurrió al escucharle la última desición
la definitiva
que profirió en voz alta para sí:
cierto que papà no puede...
y sin haberse llevado nada
regresó invariablemente feliz
a lo cotidiano
ignorando de manera olímpica
que, como quien le unta manteca al pan
había realizado un auténtico y completo
movimiento filosófico
.
existencialismo) concibió
la superación personal
como resultado
de una serie de saltos
de conciencia
que él mismo denominó
"movimientos de espíritu"
cada uno
forjado por la propia
determinación
y la valentía individual
puede escalar distintos
estadíos morales y de conciencia
hasta llegar al último
al más perfecto de todos
que, según su concepción
posibilita la realización personal
buscando un poco de información
rememoré los tres estadíos
a los que se refería:
el estético, el ético
y el religioso
(se entiende que esta última noción
puede ser interpretada
más allá del teismo)
poco me quedó, es cierto
de su lectura -la cual data
de no menos de cinco años-
pero como casi siempre sucede
con lo que uno lee detenidamente
se suelen generar
sedimentos en algún lugar
de la conciencia
y en los momentos más inesperados
por una pequeña o trivial
situación
estos emergen a la luz
con una inesperada vigencia
hace un tiempo
le entregaron a mi padre
unos análisis de sangre
que revelaron que se encuentra
muy cerca de sufrir diabetes
dada esta situación
la primera disposición fue
abandonar el consumo familiar
de gaseosas
y en lo posible
todo tipo de alimentos
o postres con azúcar
pasados los días
digamos, dos meses
la toma de medidas preventorias
se redujeron a ser
casi exclusividad del afectado
lo que hoy sucedió
fue la razón por la cual
estoy escribiendo esto
y el motivo del que hayan venido
a mi mente
las curiosas nociones del danés
era la hora de la merienda
después de haber ayudado
en unos trabajos de revoque
que se realizaron en la terraza
mi hermano vino a la parte
delantera de la casa
-donde tenemos un kiosco-
con el fin de buscar algo
para acompañar la leche
allí yo me encontraba atendiendo
lo primero que eligió
fue un alfajor de chocolate
con relleno de almendras
exactamente lo mismo
que yo habría elegido
en su situación
eso estaba pensando
(fue todo cosa de segundos)
cuando lo ví girar
dejar la tortita en su lugar
y agarrar un paquete
de biscochos agridulces:
su razonamiento fue
si se abre algo del kiosco
-lo que evidentemente
significa pérdida de dinero-
que sea al menos
algo que se pueda compartir
conmovido por esto
seguí observando
pero lo verdaderamente decisivo
ocurrió al escucharle la última desición
la definitiva
que profirió en voz alta para sí:
cierto que papà no puede...
y sin haberse llevado nada
regresó invariablemente feliz
a lo cotidiano
ignorando de manera olímpica
que, como quien le unta manteca al pan
había realizado un auténtico y completo
movimiento filosófico
.
buen poema chicho!
ResponderEliminarademas le tengo un cariño muy especial a Kierkegaard
y a mi viejo
un saludo.
lanavis.blogspot.com
muy bueno, realmente. muy muy bueno. me encanta.
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